Monumentos, Destino Manifiesto y M茅xico
Verano 2005, Vol.37, No.2
Por Michael Dear
漏 2005 by Michael Dear
El estudio geol贸gico de la frontera entre los Estados Unidos y M茅xico, que sigui贸 al Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848, a veces se denomina de forma despectiva como el material del que est谩n hechas las "novelas de diez centavos". Para justificar esta caracterizaci贸n, algunos historiadores invocan historias de intriga pol铆tica; muertes por inanici贸n y fiebre amarilla; luchas por la supervivencia en el desierto y la constante amenaza de ataques violentos de indios y filibusteros.
Sin embargo,verdaderamente, el estudio a mediados del siglo XIX de la frontera de 2.000 millas fue una historia de hero铆smo, habilidad y resistencia de proporciones 茅picas. Aunque carece del glamour de la guerra o la grandeza de la expedici贸n de Lewis y Clark, el estudio de la frontera es uno de los eventos m谩s importantes en la historia pol铆tica de Estados Unidos y sigue profundamente presente en nuestra vida contempor谩nea.
Novela de diez centavos no es; es m谩s bien una narrativa de construcci贸n nacional, centrada en la visi贸n del Destino Manifiesto del Presidente James K. Polk.
Los monumentos erigidos por el estudio de l铆mites fronterizos jugaron un papel fundamental para asegurar la l铆nea despu茅s de la Guerra M茅xico-Estados Unidos. Estos obeliscos y mont铆culos de piedra literalmente marcaron en el suelo los bordes/l铆mites m谩s al sur de la naci贸n; se convirtieron en puntos de referencia fundamentales en las disputas fronterizas posteriores (de las cuales hubo muchas) y en el re-estudio de la frontera que se llev贸 a cabo a fines del siglo XIX.
El Tratado de Guadalupe Hidalgo y sus secuelas:
El 2 de febrero de 1848, se firm贸 un Tratado de Paz, Amistad, L铆mites y Arreglo Definitivo en Guadalupe Hidalgo, dando por terminada la Guerra M茅xico-Estados Unidos. Si bien la guerra aparentaba ser sobre el aseguramiento del l铆mite del estado de Texas anexado recientemente, desde el principio qued贸 claro que el objetivo de EE. UU. era la expansi贸n territorial. Algunas d茅cadas antes, Estados Unidos hab铆a asegurado la compra de Luisiana, y el Presidente Polk ahora consideraba que el "destino manifiesto" de Estados Unidos era acceder a un oc茅ano occidental mediante la adquisici贸n de Nuevo M茅xico y las Californias (que inclu铆a partes de los estados actuales de Nuevo M茅xico, Arizona, California, Nevada, Utah y Colorado). En 煤ltima instancia, M茅xico se vio obligado a ceder Alta California, Nuevo M茅xico y partes del norte de los estados de Sonora, Coahuila y Tamaulipas.
El Tratado de Guadalupe Hidalgo, como se lo llam贸, fue el resultado de una prolongada serie de negociaciones entre las dos naciones. Del lado de los Estados Unidos, Nicholas Trist demostr贸 ser un negociador eficaz y comprensivo, que ignor贸 con valent铆a un aviso de destituci贸n del airado Presidente Polk (que cre铆a que Trist hab铆a concedido demasiado a los mexicanos) para completar las conversaciones y firmar el tratado. Del lado mexicano, el presidente interino Manuel de la Pe帽a y Pe帽a jug贸 un papel muy importante al convencer a Trist para que permaneciera en el trabajo a pesar de la ira de Polk y al unir facciones beligerantes en su pa铆s para aceptar un compromiso.
Presentado con un tratado firmado, Polk, ultrajado tem铆a las consecuencias pol铆ticas de rechazarlo, y el tratado finalmente se proclam贸 el 4 de julio de 1848. M茅xico hab铆a ganado la paz y $15 millones, pero hab铆a perdido la mitad de su territorio; y Estados Unidos hab铆a logrado la apropiaci贸n de tierras beligerantes m谩s importante en su historia. Nicholas Trist regres贸 a Washington, DC, solo para ser cruelmente ignorado por el Presidente Polk.
En su descripci贸n definitiva de la construcci贸n del l铆mite entre los Estados Unidos y M茅xico, Paula Rebert se帽ala c贸mo el tratado logr贸 dos tareas esenciales para la integridad de la l铆nea: la asignaci贸n del territorio y la delimitaci贸n del l铆mite. Estas tareas fueron solo el comienzo. Tambi茅n fueron importantes la demarcaci贸n (localizar y marcar el l铆mite en el terreno), hacer mapas (para documentar la l铆nea) y el mantenimiento y administraci贸n de la l铆nea a partir de entonces.
El Tratado de Guadalupe Hidalgo requiri贸 la designaci贸n de una "l铆nea lim铆trofe con la debida precisi贸n, sobre mapas autorizados, y el establecimiento de puntos de referencia sobre el terreno que mostraran los l铆mites de ambas rep煤blicas". La l铆nea se extender铆a desde la desembocadura del canal m谩s profundo del R铆o Grande (tambi茅n conocido como el R铆o Bravo del Norte); r铆o arriba hasta "la ciudad llamada Paso" (actualmente Ciudad Ju谩rez); desde all铆 por tierra hasta el r铆o Gila, y por el canal del r铆o Colorado; despu茅s de lo cual seguir铆a la divisi贸n entre Upper (Alta) California y Lower (Baja) California hasta el Oc茅ano Pac铆fico.
Las encuestas en s铆 tardaron seis a帽os en completarse, comenzando en 1849 y terminando en 1855. Se establecieron cuatro comisiones de l铆mites separadas por cada pa铆s, las tres primeras basadas principalmente en Paso y San Diego y encargadas de encuestar diferentes secciones geogr谩ficas de la encuesta de 2,000 millas . La cuarta comisi贸n se convoc贸 conjuntamente en Washington, D.C., en 1856-1857 para completar el mapeo de la l铆nea fronteriza.
Las diversas encuestas de campo de los EE. UU. Estuvieron plagadas de asperezas y vendettas personales. En la evaluaci贸n del historiador Carl Wheat: "si alguna vez una empresa de mapeo en el oeste de Estados Unidos fue maldecida por la pol铆tica, las rivalidades interdepartamentales y los celos personales, fue la Encuesta Mexicana de Fronteras". Ciertamente, las cartas, los diarios y los memorandos oficiales de las personas involucradas en el lado de los EE. UU. de la encuesta describen a todos los dem谩s participantes estadounidenses como sinverg眉enzas o autopromotores.
Por el contrario, la relaci贸n entre los equipos de encuesta de EE. UU. y M茅xico se describe como un dechado de rectitud y cortes铆a. Al cierre de la encuesta, el comisionado de EE. UU. pudo escribir que "la mayor armon铆a ha existido en esta Comisi贸n entre los miembros de la mesa de ambos gobiernos, y que todas las dudas que probablemente produjeran hasta m铆nimas diferencias se han resuelto armoniosamente".
Tal armon铆a fue duramente ganada. El comisionado estadounidense, William Hemsley Emory (conocido como "Bold Emory" por sus contempor谩neos), y su contrapartida mexicano, el Comisionado Jos茅 Salazar y Larregui ("una persona encantadora, activa, inteligente y educada", seg煤n Wheat) hab铆an trabajado juntos por muchos a帽os, soportando peligros, dificultades f铆sicas y los juicios impuestos por sus amos pol铆ticos. Tambi茅n se vieron obstaculizados por fallas en el tratado, as铆 como por la caprichosa geograf铆a de las tierras fronterizas. Lo m谩s problem谩tico fue la especificaci贸n del tratado de que el l铆mite terrestre del R铆o Bravo deb铆a dar con el oeste en un punto a ocho millas al norte del Paso. Sin embargo, el mapa de Disturnell (adjunto al tratado) mostraba al Paso en un punto a 42 millas al norte de su verdadera posici贸n. Las disputas sobre la ubicaci贸n precisa del l铆mite terrestre despu茅s de que se separ贸 del r铆o no se resolvieron hasta el Tratado de 1853, conocido como la Compra de Gadsden en los Estados Unidos y como el Tratado de Mesilla en M茅xico.
Las sorpresas de la geograf铆a causaron otras enmiendas inesperadas a la l铆nea. El extremo occidental fue designado como "una liga marina al sur del punto m谩s meridional del Puerto de San" desde el cual deb铆a correr hacia el este en l铆nea recta hasta la confluencia de los r铆os Gila y Colorado. El problema era que debajo de la confluencia, el rio Colorado tomaba un repentino giro hacia el norte antes de doblar hacia el sur nuevamente hacia el Golfo de California. Si se hubiera seguido la l铆nea recta a la confluencia, una gran media luna de tierra en el banco sur de Colorado habr铆a sido asignada a los Estados Unidos. Los ajustes posteriores colocaron el l铆mite donde se cruzaba por primera vez con el Colorado, eliminando as铆 la confluencia de Gila-Colorado de una mayor consideraci贸n.
El 18 de diciembre de 1855, el Comisionado Emory escribi贸 a Washington, D.C: "El trabajo de campo de la comisi贸n de l铆mites ha llegado ... a un fin". La finalizaci贸n con 茅xito de la encuesta de 2000 millas fue testimonio de la enorme habilidad y resistencia de los dos miembros m谩s veteranos de la comisi贸n: Emory y Salazar. Los dos hombres se encontraron nuevamente en Washington, D.C., bajo los auspicios de la cuarta comisi贸n de l铆mites para completar la realizaci贸n de 54 mapas de encuestas. El 21 de septiembre de 1857, firmaron los mapas finales, y la encuesta de l铆mites se suspendi贸 oficialmente. Sin embargo, las disputas internacionales sobre la ubicaci贸n exacta de la frontera continuaron durante m谩s de un siglo, y la l铆nea marcada en el terreno por los comisionados, en forma de monumentos fronterizos, jugar铆a un papel cr铆ticamente importante en la resoluci贸n de las disputas florecientes entre Estados Unidos y M茅xico.
Marcando la l铆nea, 1849-1855
La encuesta de l铆mites comenz贸 el 6 de julio de 1849, justo al sur del puerto de San Diego. Durante los siguientes seis a帽os, equipos de encuestas estadounidenses y mexicanos cruzaron las fronteras, a veces trabajando en colaboraci贸n, otras veces de forma independiente, pero siempre reuni茅ndose regularmente para confirmar el trabajo de los dem谩s. En t茅rminos generales, la encuesta se llev贸 a cabo en tres secciones, que no estaban en una secuencia ordenada, sino que variaron en su ubicaci贸n de acuerdo con las exigencias de dificultad f铆sica, suministros inciertos y vientos pol铆ticos en las respectivas capitales nacionales.
- Entre 1849 y 1851, se complet贸 la encuesta de California, desde San Diego hasta el r铆o Colorado.
- En 1851, los equipos de prospecci贸n de R铆o Grande comenzaron la marcha r铆o abajo desde Paso, solo para detenerse en Big Bend y m谩s all谩; la prospecci贸n fluvial comenz贸 de nuevo en 1853, esta vez procediendo r铆o arriba desde un punto inicial en el Golfo de M茅xico, y fue completada m谩s tarde ese mismo a帽o por los inspectores de EE. UU.
- Finalmente, un levantamiento de tierras entre Paso y el R铆o Colorado fue ejecutado relativamente r谩pido en 1855, una vez que el punto inicial sobre Paso fue acordado por el Tratado de 1853.
A medida que comenzaron las inspecciones, fue comprensible que se prestara atenci贸n primaria a la fijaci贸n de los puntos iniciales de la l铆nea fronteriza: en San Diego, la confluencia de los r铆os Gila y Colorado, Paso, y la desembocadura del R铆o Bravo. En junio de 1849, el primer comisionado de fronteras de Estados Unidos, John B. Weller, lleg贸 a San Diego, acompa帽ado por el inspector Andrew Belcher Gray y Maj. William Emory, entonces astr贸nomo y jefe del Cuerpo Cient铆fico Topogr谩fico. A ellos se unieron un mes m谩s tarde el comisionado general mexicano Pedro Garc铆a Conde y el inspector Jos茅 Salazar y Larregui. A Emory y Salazar se les orden贸 determinar el primer punto inicial "una liga marina" al sur del puerto de San Diego, otro en la confluencia de Gila-Colorado, y conectar y marcar estos puntos con una l铆nea recta.
Los desacuerdos surgieron inmediatamente, ya que no hab铆a una medida est谩ndar para una liga marina. Sin embargo, con una generosa concordancia que marcar铆a toda su colaboraci贸n, Salazar y Emory acordaron dividir la diferencia entre sus medidas. Se estableci贸 una ubicaci贸n para el punto inicial y se erigi贸 un monumento temporal. El funcionamiento de la l铆nea podr铆a comenzar.
Mientras tanto, otro equipo de la encuesta de EE.UU. bajo el teniente Amiel Weeks Whipple se dirigi贸 a establecer un observatorio en la confluencia del rio Gila-Colorado. Whipple construy贸 un monumento de piedra en la primera colina al oeste de la confluencia, y dos m谩s en las vecindades inmediatas. Emory y Salazar se hicieron cargo de extender la l铆nea hacia el este desde San Diego hacia la marca de Whipple. Construyeron el primer monumento fronterizo oficial justo al este del punto inicial en San Diego, donde la l铆nea cruzaba la carretera a Baja California. Como la l铆nea se dirigi贸 hacia el este, se anotaron otras seis estaciones en los mapas de su encuesta.
En 1851, las dos comisiones se reunieron en El Paso y elaboraron un plan formal de encuesta para el R铆o Bravo. Sin embargo, esto fue seguido irregularmente por encuestas dispersas hasta la llegada de Emory y Salazar (ahora el Comisionado mexicano despu茅s de la muerte de Conde) en el verano de 1852. Dividieron el R铆o en seis secciones: dos cada una para ser encuestadas por los respectivos equipos nacionales ; y el primero y el 煤ltimo para ser ejecutados conjuntamente. El l铆mite oriental de la l铆nea, donde el R铆o Grande desembocaba en el Golfo, presentaba dificultades especiales debido a los m煤ltiples canales de desplazamiento del R铆o.
Incluso despu茅s de haber identificado el canal m谩s profundo, los problemas se mantuvieron porque las dunas inestables en ambos lados de la desembocadura dificultaban la selecci贸n de sitios para los dos monumentos de m谩rmol planificados para ambos lados del R铆o. Eventualmente, se seleccionaron dos dunas altas en el mismo meridiano astron贸mico. Reflejando alguna disputa entre los lados con respecto a las mediciones topogr谩ficas, el mapa mexicano de la desembocadura retrata tanto el monumento como el l铆mite del R铆o, pero el equivalente de los Estados Unidos no muestra ninguno.
El l铆mite terrestre de 700 millas entre el R铆o Grande y el Oc茅ano Pac铆fico fue el 煤ltimo en completarse, principalmente porque ten铆a que esperar el Tratado de 1853. Ese acuerdo fij贸 las ubicaciones de los puntos iniciales en Paso y el R铆o Colorado (este 煤ltimo superando as铆 la confluencia original de Gila-Colorado punto inicial). La l铆nea de California, desde San Diego hasta Colorado, se hab铆a establecido anteriormente. Siete monumentos de m谩rmol o hierro fundido se hab铆an erigido entre la costa y el r铆o Colorado: dos monumentos en cada extremo de la l铆nea; otro en New River (cerca de la actual Mexicali); y los otros dos en puntos visibles a lo largo de las monta帽as intermedias. Los comisionados estaban convencidos de que siete monumentos ser铆an suficientes porque gran parte de la tierra entre el Pac铆fico y el Colorado era "arida y ninguna de las partes pod铆a cultivarla".
E.L.F. Hardcastle y Francisco Jim茅nez fueron encargados de erigir los monumentos de hierro fundido, que hab铆an sido fabricados en San Diego. La tarea fue inesperadamente ardua, dadas las condiciones en el desierto, e implic贸 un ajuste en la ubicaci贸n de marcadores anteriores alrededor del New River. Debido a que las largas extensiones en la l铆nea de California quedaron sin marcar, Hardcastle y Ricardo Ram铆rez (que sucedi贸 a Jim茅nez) colocaron varios monumentos suplementarios de piedra suelta al oeste del R铆o Nuevo.
En julio de 1851, se aprob贸 un monumento de m谩rmol en el Oc茅ano Pac铆fico y la encuesta de California se finaliz贸 oficialmente. El a帽o siguiente (abril de 1852), John Russell Bartlett, que hab铆a pasado la mayor parte de su tiempo como comisionado de fronteras de EE. UU. en una gira prolongada (y costosa) por el oeste de Estados Unidos, se top贸 con el monumento al Pac铆fico. En sus reminiscencias publicadas, m谩s tarde lo describi贸 como: "un obelisco de unos seis metros de altura ... y se ve desde una gran distancia tanto en tierra como por embarcaciones en el mar".
Conectar los puntos iniciales de Paso al R铆o Colorado ahora era todo lo que quedaba por hacer. Dado que las l铆neas terrestres se definieron matem谩ticamente en el Tratado de 1853, su demarcaci贸n fue una tarea relativamente simple. El tratado de 1853 hab铆a reconstituido a la Comisi贸n de Estados Unidos como una unidad bien financiada bajo el liderazgo de Emory, pero la Comisi贸n de L铆mites Mexicana, liderada por el capaz Salazar, no contaba con los fondos suficientes. (En un gesto de buena voluntad, Emory hab铆a asegurado discretamente fondos de los EE. UU. en apoyo del trabajo de Salazar). Las cosas no se ayudaron cuando Salazar fue encarcelado por un breve per铆odo a instancias del presidente mexicano Santa Anna. En cualquier caso, Emory inicialmente procedi贸 solo con la encuesta hacia el oeste desde el R铆o Bravo, mientras que Salazar y su peque帽a comitiva permanecieron en Paso para completar la colocaci贸n de tres monumentos permanentes.
En rumbo al oeste, el equipo de Emory levant贸 pilas de piedras como monumentos y las complement贸 con detallados bosquejos topogr谩ficos de los alrededores para 鈥減erpetuar las evidencias de la ubicaci贸n de lindes por si acaso los indios americanos quitaran los monumentos construidos. Diez monumentos sustanciales de piedras arregladas estaban sin argamasa. Estos estaban ubicados en el paralelo 31o 20鈥 y el meridiano conector estaba en el paralelo 31o47鈥. El primer paralelo mencionado estaba marcado con simples piedras con argamasa excepto en la vecindad del R铆o Grande y R铆o Grande en El Paso donde Salazar construy贸 tres monumentos permanentes cerca de un monumento estadounidense de piedra arreglada.
A pesar de la oposici贸n de Emory, Salazar insisti贸 en dirigir su propia inspecci贸n del per铆metro al oeste del Paso. Esto result贸 en ser una decisi贸n prudente porque los mexicanos no pod铆an localizar varios de los monumentos que los Estados Unidos aseguraba que estaban establecidos. Salazar cre贸 monumentos para reemplazar los que hab铆an desaparecido y tambi茅n reconstruy贸 varios monumentos estadounidenses insustanciales. Como era de esperarse, los dos no pod铆an ponerse de acuerdo en el n煤mero de existentes estructuras a lo largo de la secci贸n de la l铆nea. Salazar aseguraba 10 monumentos, pero su mapa ense帽aba 9 y el conteo final por el mapa de los Estados Unidos ense帽aba 8. Cuarenta a帽os despu茅s, la nueva inspecci贸n del per铆metro ten铆a mucha 鈥渃onfusi贸n y ambig眉edad鈥 por las inconsistencias.
El 煤ltimo obst谩culo que enfrentaron los equipos de inspecci贸n fue el desierto de Arizona y Sonora, el cual estaba entre ellos y el R铆o Colorado. Porque el terreno y el clima eran extremadamente inh贸spitos y el agua potable era escasa, los comisionados de Estados Unidos y M茅xico acordaron en cooperar para una inspecci贸n junta. El monumento de hierro previamente instalado en confluencia de Gila y Colorado fue removido a su nuevo sitio en Colorado y fue designado como 鈥淢onumento I.鈥 La l铆nea entonces fue extendida hacia el este del r铆o, as铆 manteniendo la costumbre de usar n煤meros romanos para identificar monumentos. Sin embargo, la marcha al este fue detenida por la ausencia de agua y se le fue encargado a Nathaniel Michler y Francisco Jim茅nez a trabajar hacia el este a lo largo del paralelo y el meridiano fuera del Paso para eventualmente completar la l铆nea Arizona/Sonora al R铆o Colorado.
Los 54 mapas de inspecci贸n de linderos, firmados por los comisionados Emory y Salazar durante 1856-1857 (Joint Boundary Commission) juntas en Washington, D.C. representaron un triunfo de habilidad, persistencia, resistencia y mucho hero铆smo. Emory entend铆a que los mapas testificar铆an del t茅rmino de la inspecci贸n, verificar铆an la ubicaci贸n geogr谩fica de la l铆nea y tendr铆an respaldo en disputas internacionales. Salazar y 茅l escribieron lo siguiente:
"Estos mapas y vistas鈥eben de servir como evidencia de la ubicaci贸n de la verdadera l铆nea y debe de ser el punto en cuales todas las disputas鈥 se deben de referir鈥 La l铆nea mostrada en estos mapas y vistas debe ser respetada como la l铆nea verdadera en la cual no debe de existir apelaciones o desviaciones."
Bajo los t茅rminos del Tratado de Guadalupe Hidalgo, las palabras de los comisionados le dieron a los mapas y vistas tanta autoridad como el mismo trato.
No hace falta decir que los asuntos fueron m谩s complicados. Las notas de Carl Wheat dicen, 鈥淓n efecto, los mapas eran el lindero y permaneci贸 as铆 para la siguiente generaci贸n. Pero las palabras de Paula Rebert suenan m谩s cerca a la verdad. 鈥淓l verdadero lindero era el lindero marcado en la tierra.鈥 En posteriores disputas lo que estaba en la tierra (incluso los monumentos) ten铆an mayor demanda legal que los mapas. Como se iba terminando el siglo XIX, la necesidad para mayor precisi贸n sobre lo que estaba en la tierra se hizo sumamente necesaria.
La nueva inspecci贸n de la frontera, 1891-1894
Como la poblaci贸n de la frontera creci贸 en la segunda mitad del siglo XIX, disputas sobre la ubicaci贸n exacta del lindero se hicieron m谩s frecuentes.
El 29 de julio de 1882, delegados de los dos pa铆ses recomendaron un reconocimiento de todo la frontera desde la Ciudad Ju谩rez/El Paso hasta el Pac铆fico fuera hecho por las fuerzas armadas. Los prop贸sitos eran reportar sobre las comunidades fronterizas, identificar y anotar sobre las condiciones de los monumentos y determinar cu谩ntos m谩s se necesitaban. A cargo del reconocimiento de parte de los Estados Unidos estaba el teniente Thomas W. Symons y su colega mexicano el general Ignacio Revueltas. Acordaron en viajar juntos desde El Paso a San Diego pero Symons viaj贸 solo en julio de 1883 y complet贸 la inspecci贸n preliminar sin asistencia mexicana.
De rumbo al Pac铆fico, Symons encontr贸 mucha evidencia de desorden social que crec铆a entre la frontera. Muchos monumentos de lindero estaban desaparecidos o estaban en mal estado. En septiembre de 1883, Symons estuvo parado al lado del monumento n煤mero uno de m谩rmol en el Pac铆fico. Estaba en muy mal estado y recomend贸 que una cerca fuera puesta para proteger el monumento. El equipo de Symons viaj贸 1,252 millas y carbo 52 sitios de monumentos para completar el reconocimiento. El trabajo de rehacer las l铆neas empez贸 seriamente. Pero por tormenta pol铆tica en los dos pa铆ses, nada pas贸 por casi seis a帽os. En 1891, una comisi贸n de la frontera fue recreada para asumir el cargo.
El plan de inspeccionar de nuevo fue basado en identificar los monumentos originales y despu茅s de su verificaci贸n eran de ser considerados como evidencia definitiva de lindero. Ninguna desviaci贸n de la l铆nea original era permitida. Los mapas de la inspecci贸n original jugaron un papel importante en el proceso de identificaci贸n. John Whitney Barlow y Jacobo Blanco, respectivamente comisionado estadounidense y Blanco comisionado mexicano, se encontraron en el paso en febrero de 1892. Sus instrucciones fueron de inspeccionar otra vez la l铆nea, ubicar y reconstruir monumentos viejos e instalar marcadores adicionales si eran necesarios. Se esperaba que los dos equipos trabajar juntos pero el equipo de Barlow con mejores herramientas pronto dej贸 atr谩s al equipo mexicana y los comisionados hicieron la l铆nea por separado y comparaban los resultados mientras proced铆an.
Barlow y Blanco incrementaron el n煤mero de monumentos de lindero de 52 a 258. Los monumentos nuevos fueron adquiridos en El Paso al costo de $150 cada pieza. Eran columnas de hierro de seis pies de altura, con doce pulgadas cuadradas en la base, forma de pir谩mide en la parte superior y endurecido con concreto. Las placas estaban en ingl茅s y espa帽ol y le铆an: 鈥淔rontera entre los Estados Unidos (o M茅xico) trato de 1853, hecho de nuevo por tratos entre 1882-1889.
Los equipos de la nueva evaluaci贸n encontraron dificultades y confusiones durante la traves铆a. Frecuentemente, los monumentos originales eran dif铆cil de encontrar especialmente en terreno monta帽oso. Errores en la evaluaci贸n original quer铆an decir que algunos de los monumentos anteriores hab铆an sido posicionados incorrectamente. Tales errores eran arreglados discretamente o dejados para evadir la necesidad de negociaciones para nuevos tratos de reconciliaci贸n. En el R铆o Tijuana, inundaciones anteriores hab铆an enterrado un monumento bajos metros bajo arena entonces Barlow y Blanco restablecieron un obelisco a 1,200 pies al este del original en tierra m谩s alta.
Adicionalmente, algunos de los monumentos viejos hab铆an sido pose铆dos por los problemas durante los acuerdos de linderos. Un ejemplo de esto es en Nogales, Arizona donde un propietario emprendedor de taberna hab铆a construido su establecimiento alrededor de un marcador de lindero n煤mero 26. Ahora es un revoltillo de piedras junto a la pared de la taberna. El comisionado Barlow tem铆a por la integridad de la l铆nea entonces recomend贸 que se le reservara 60 pies de l铆nea por todo el lindero para prevenir futuros pleitos. Mientras esperaba la respuesta federal sobre su propuesta, Barlow quit贸 parte de la pared de la taberna para reinstituir el monumento con el n煤mero 122. Despu茅s que el presidente William McKinley aprob贸 una reserva de 60 pies de ancho y dos millas de longitud a lo largo del lindero de Nogales, cualquier estructura que fuera ofensiva en el lado estadounidense fue removida.
Es importante decir que varias de las dificultades que encontraron las comisiones de evaluaci贸n eran el resultado de la intromisi贸n deliberada humana. Salazar y Emory desde hace tiempo, ya hab铆an documentado la destrucci贸n de los monumentos y las pilas de piedras hechas por indios que comet铆an pillaje. La destrucci贸n continua de monumentos tambi茅n result贸 cuando fueron desmantelados para usarse como material para construcci贸n o como expresi贸n de antipat铆a hacia los Estados Unidos. Tambi茅n se le pod铆a echar la culpa a las acciones de rancheros y minero al norte de la frontera quienes destru铆an o remov铆an los marcadores para obtener el control sobre la tierra y recursos minerales.
Para de junio de 1894, el trabajo de las comisiones de nuevas inspecciones hab铆a terminado. El monumento del lindero n煤mero 1 en el oc茅ano Pac铆fico fue designado nuevamente como el n煤mero 258 porque los inspectores hab铆an trabajado desde el oeste de El Paso. El viejo monumento fue mandado a San Diego para ser pulido y para escribir palabras en el nuevamente. Despu茅s fue reinstalado con una cerca de hierro para prevenir futuro vandalismo. El esfuerzo de inspeccionar otra vez termin贸 en una amarga confusi贸n porque los equipos hab铆an descubierto errores en la inspecci贸n original de calculaciones mal hechas de distribuci贸n terrenal en los dos lados de la frontera. En total, esos errores si fueran corregidos, hubiera resultado en ganancia de territorio para M茅xico por m谩s de 300 millas cuadradas. Finalmente, por el miedo de que m谩s ajustes causaran litigaci贸n de nunca acabar, los dos lados se retiraron de m谩s disputas. Una vez m谩s, la evidencia de lo estaba en el piso sobrepasaba cualesquiera consternaciones basadas en exactitud matem谩tica o cartogr谩fica.
El reporte final de la comisi贸n de nueva inspecci贸n fue publicado en 1898. En las siguientes dos d茅cadas, 18 monumentos m谩s fueron creados. El total lleg贸 a 276. Para evadir alguna confusi贸n con respecto a la numeraci贸n, las dos naciones conservaron la secuencia original del 1 al 258 y marcaron nuevas adiciones con letras (1-A, 1-B y as铆 sucesivamente). Las 18 adiciones fueron para 鈥減erfectamente marcar鈥 la l铆nea. Por ejemplo, un reporte de 1906 por International Boundary Commission, anot贸 que la 煤nica indicaci贸n visible de la frontera entre las torres gemelas de Naco (en Arizona y Sonora respectivamente) era 鈥渦n pico de ferrocarril clavado en el piso." La comisi贸n recomend贸 que tres monumentos adicionales ((92-A, 92-B, and 92-C) fueran construidos y que un retroceso de 60 pies de cualquiera construcci贸n del lindero fuera institutido(a) porque 鈥渕uchos de los problemas entre ciudadanos de los dos pa铆ses de la 煤ltima primavera habr铆an sido evadidos si no hubiera edificios, canales, furgones cerca de la frontera para servir como encubrimiento durante peleas y disparos.
En 1909, International Boundary Commission se encarg贸 de restaurar el monumento 221 y la construcci贸n del nuevo monumento 220-A para aclarar la separaci贸n entre los pueblos de Calexico (California) y Mexicali (Baja California). El trabajo de restauraci贸n hab铆a sido ocasionado por la famosa inundaci贸n de 1905 cuando el R铆o Colorado hab铆a estallado en Yuma creando el presente mar Salton pero 鈥渄estruyendo en su camino una buena parte del pueblo de Mexicali.鈥 La inundaci贸n en verdad par贸 cerca del monumento cual permaneci贸 en su sitio despu茅s que el panorama a su alrededor fue alterado. Finalmente, un n煤mero de monumentos fueron construidos en nuevos puentes construidos sobre el R铆o Grande incluyendo Brownsville-Matamoros (1910) y Laredo-Nuevo Laredo (1912). Los monumentos estaban usualmente ubicados en el puente al centro del 鈥渃anal normal鈥 del r铆o.
De monumentos a marcadores, cercas y fortificaciones
En las vastas extensiones o en el bullicio de ciudades creciendo con rapidez que caracteriza la frontera de 2,000 millas separando a los Estados Unidos y M茅xico es f谩cil no darse cuenta de los 276 monumentos de lindero. Despu茅s de todo son estructuras relativamente modestas, probablemente consideradas por la gente como reliquias de una herencia del Viejo Oeste. Pero los monumentos contin煤an siendo el centro de atenci贸n de tensiones locales, nacionales e internacionales.
Al terminar 276 monumentos, el programa de monumentos fue cancelado. A partir de ese entonces, los dos pa铆ses acordaron que futuras delimitaciones consistir铆an en marcadores m谩s peque帽os de concreto. Para 1975, 442 marcadores hab铆an sido agregados, principalmente en y alrededor de las ciudades y pueblos fronterizos que iban creciendo. Otros 51 fueron a帽adidos en 1984. Mientras las poblaciones y densidades iban incrementando, esfuerzos para 鈥渃onectar los puntos鈥 lo que quiere decir es que cercas est谩n siendo construidas a lo largo de la l铆nea entre monumento y marcador y eso se volvi贸 com煤n. Para el final del siglo XX, tales cercas estaban siendo reemplazadas por fortificaciones masivas, m谩s conocidas en Tijuana-San Diego y Ciudad Juarez-El Paso con el intento de contener el flujo de tr谩fico humano al cruzar la frontera y contrabando. Tales estructuras han sido recientemente a帽adidas en distritos rurales y suburbanos a lo largo de California y Arizona. Un siglo o m谩s despu茅s que Salazar y Emory, Barlow y Blanco, hemos empezado a conectar sus monumentos y marcadores al construir un muro entre Estados Unidos y nuestros vecinos mexicanos.
Michael Dear es profesor y presidente del Departamento de Geograf铆a en University of Southern California. Sus investigaciones se enfocan en la ecolog铆a cultural de los actuales d铆as de la frontera entre Estados Unidos y M茅xico. Su m谩s reciente libro, Postborder City: Cultural Spaces of Bajalta California (New York: Routledge, 2003; editado en conjunto con Gustavo Leclerc) y actualmente est谩 escribiendo un libro con H茅ctor Lucero titulado El surgimiento de Bajalta California.M茅xico. Su m谩s reciente libro, Postborder City: Cultural Spaces of Bajalta California (New York: Routledge, 2003; editado en conjunto con Gustavo Leclerc) y actualmente est谩 escribiendo un libro con H茅ctor Lucero titulado El surgimiento de Bajalta California.
Sobre nuestras fuentes
Fuentes sobre los linderos de los Estados Unidos y M茅xico de los Archivos Nacionales incluyen cuadernos, bosquejos topogr谩ficos, mapas, lecturas trigonom茅tricas y astron贸micas, fotos, memor谩ndum, cartas y reportes oficiales. Para este art铆culo he usado una combinaci贸n de fuentes textuales, cartogr谩ficas y fotogr谩ficas. Varias fuentes pueden ser encontradas en Records of Boundary and Claims Commissions and Arbitrations, Record Group 76
Los recursos textuales de mejor uso fueron:
William H. Emory, Report on the United States and Mexican Boundary Survey made under the direction of the Secretary of the Interior, 3 vols. 34th Congress, 1st session, 1857; y
Memoria de la Secci贸n Mexicana de la Comisi贸n Internacional de L铆mites entre M茅xico y los Estadas Unidos que restableci贸 los monumentos de El Paso al Pac铆fico (New York: John Polhemus y compa帽ia, 1901.)
Los dos registros cartogr谩ficos de mayor significancia son:
U.S.-Mexico Boundary Survey, 1849鈥1855, mapas finales (54, in 13 carpetas, m谩s 4 mapas de 铆ndice and 5 mapas de islas en el R铆o Grande); y
Reporte del International Boundary Commission, United States and Mexico, 1891鈥1896, mapas (24 mapas y muestrario de la nueva inspecci贸n del lindero desde San Diego a El Paso, m谩s 2 hojas de 铆ndice).
La principal fuente para el registro fotogr谩fico de la nueva inspecci贸n de linderos entre 1891-1896 es "Albums of Photographs of Boundary Monuments on the Mexican-American Border 1892鈥1894."
Algunas de las fotos tambi茅n aparecen en reportes publicados, en particular en Memoria y los procesos judiciales del Departamento de estado de EE. UU. International Boundary Commission (IBC), Estados Unidos y M茅xico. Tambi茅n hice uso espec铆fico de tres reportes de IBC:
"Monumentation of the Railroad Bridges between Brownsville and Matamoros, and Laredo and Nuevo Laredo" (1910, 1912);
"Placing of an additional monument to more perfectly mark the international boundary line through the towns of Calexico, California, and Mexicali, Baja California" (1909); y
"Placing of additional monuments to more perfectly mark the international boundary line through the town of Naco, Arizona-Sonora" (1900).
La principal fuente en el idioma espa帽ol sobre fotos de 1891-1894 fue la nueva inspecci贸n Vistas de los monumentos, a lo largo de la l铆nea divisoria entre M茅xico y los Estados Unidos de El Paso al Pac铆fico (New York: John Polhemus y compa帽铆a, 1901) bajo la direcci贸n del comisionado Jacobo Blanco. Los documentos que gobernaron la nueva inspecci贸n est谩n reunidos en Luis G. Zorilla, Monumentaci贸n de la frontera norte en el siglo XIX (M茅xico D.F.: Secretar铆a de Relaciones Exteriores, 1981).
John Rusell Bartlett fue el Segundo comisionado estadounidense de linderos quien supuestamente hab铆a gastado medio mill贸n de d贸lares de dinero de linderos de la nueva inspecci贸n para viaje personal por el oeste americano y mexicano. Aunque hab铆a contribuido casi nada a la inspecci贸n, despu茅s produjo una f谩bula cl谩sica de viaje en la regi贸n titulada Personal Narrative of Explorations and Incidents in Texas, New Mexico, California, Sonora, and Chihuahua (2 vol煤menes, 1854; disponible como reimpresi贸n del 1965 deThe Rio Grande Press, Chicago, IL).
En t茅rminos de fuentes secundarias, la cuenta est谩ndar de historia cartogr谩fica en el oeste americano es por Carl Irving Wheat, Mapping the Transmississippi West, 1540鈥1861, vol. 3, From the Mexican War to the Boundary Surveys, 1846鈥1854 (San Francisco: Institute of Historical Cartography, 1959).
La hist贸rica narrativa definitiva de 1849-1855 de la inspecci贸n fronteriza entre EE. UU. y M茅xico es por Paula Rebert, La Gran L铆nea: Mapping the United States-Mexico Boundary, 1849鈥1857 (Austin: University of Texas Press, 2001).
Una vibrante y buen investigada historia de la regi贸n fronteriza del presente (incluyendo las dos inspecciones fronterizas) es por Leon C. Metz's Border: the U.S.-Mexico Line (El Paso, TX: Mangan Books, 1989).
Varios cap铆tulos de una biograf铆a de W. H. Emory reporta sobre sus experiencias sobre la inspecci贸n fronteriza e hizo uso abundante uso de sus cartas, diario y reportes. Vea L. David Norris, James C. Milligan, and Odie B. Frank, William H. Emory: Soldier-Scientist (Tucson: University of Arizona Press 1998). La vida del comisionado mexicano Salazar es menos documentada, pero vea Luz Mar铆a O. Tamayo P茅rez and Jos茅 Omar Moncada Maya, "Jos茅 Salazar Ilarregui, 1832鈥1892," in Patrick H. Armstrong and Geoffrey Martin, eds., Geographers: Bibliographic Studies, vol. 23 (New York: Continuum, 2004): 116鈥125.
Gracias a:
El personal de NARA, especialmente Raymond Cotton de la secci贸n cartogr谩fica y Mary C. Ryan, directora editorial de Prologue; Marje Schuetze-Coburn, director de USC's Specialized Libraries and Archival Collections y Barbara Robinson de USC's Boeckmann Center for Iberian and Latin American Studies por asistir en ubicar las fuentes archivadas. H茅ctor Lucero de la Universidad Aut贸noma de Baja California, Mexicali por su compa帽铆a y percepci贸n durante las exploraciones de los linderos entre EE. UU. y M茅xico. Paula Rebert por consejos generosos y su gu铆a con respecto a la inspecci贸n fronteriza 1849-1855. A Greg Hise, Paula Rebert y Jennifer Wolch por los comentarios en el borrador de este ensayo y a National Geographic Society's Committee for Research and Exploration, and the College of Letters, Arts and Sciences at the University of Southern California, por ayuda financiera.Por la presente, absuelvo a estos individuales e instituciones de cualquier pecado de omisi贸n o comisi贸n en este ensayo. Cualquier error que permanezca es mi responsabilidad.